Post by rimisa on Feb 11, 2009 12:39:04 GMT -5
LA NOTA DEL DÍA
Escolares de todas las edades, desde cuatro años, fueron utilizados
por efemelenistas para armar desórdenes en Cinquera, como informamos
en nuestra edición del sábado. El uso de niños como escudos
humanos, al frente de manifestaciones, para emporcar paredes
y como carne de cañón es parte de las estrategias de los comunistas,
lo que se volvió a comprobar el viernes durante la visita del
candidato arenero Rodrigo Ávila a Cinquera.
Alumnos de las escuelas del lugar declararon a nuestros reporteros que la directora
del instituto y varios profesores los indoctrinan atacando al gobierno y haciendo proselitismo
en favor de los rojos, violentando su deber como educadores. Que una muchachita
de cuatro años se haya puesto a la cabeza de un grupo para insultar, demuestra
la gravedad del problema: en vez de aprender a convivir con otros en la comunidad,
a los niños se les inculca odio y antagonismo.
Varios de los niños hicieron “la señal del dedo medio” que el diputado Patán exhibió
en la Asamblea Legislativa durante una visita del presidente Saca. El mismo sujeto, como
lo denunció el año pasado el Consejo de Seguridad Nacional, anda reclutando jovencitos
en la zona deApopa y Guazapa para entrenarlos en ejercicios militares, en adición
a los lavados de cerebro a que les someten. Lo de Cinquera evidencia lo extendido
que está en el país despertar el odio y la violencia entre los jóvenes.
El proselitismo de los comunistas se basa en generar rivalidades, odio, resentimientos
de clase, desconfianza y hostilidad hacia todo lo que representa trabajo, buenas costumbres,
moral y el orden normal de las sociedades libres. En los desórdenes de Cinquera
se acusaba al gobierno de todos los males y frustraciones que pueda alguien tener,
sin que se mencionara la destrucción perpetrada por la guerrilla a lo largo de dos
décadas y el costo de reconstruir el país. Como todos saben, se incita a la lucha de clases
y al mismo tiempo se ofrecen paraísos, tarea en la que participa Funes, que no vaciló
en tener a su lado a uno de los individuos delmás negro historial que puede darse, lo
que recogen las crónicas de Geovani Galeas.
Imaginemosloqueseráalosveinteaños
Los sucesos de Cinquera deben hacer pensar a todos los padres de familia del país
en lo que sucedería con sus hijos e hijas si los comunistas llegaran al poder con Funes
como máscara pero con su vice y los más radicales en control. Como dicen muchos,
es gente cuyas manos están másmanchadas de rojo que sus banderas.
¿Cuál es la práctica y el historial de los niños y jovencitos en un Estado totalitario?
En Cuba, en la Alemania nazi, en la Unión Soviética y en todo régimen socialista en
poder de radicales, los niños son la carne de cañón pero además tienen la tarea de vigilar
y reportar lo que hacen y dicen sus padres, sus familiares, sus hermanos: se convierten
en informadores, espías dentro de los hogares y en las barriadas. En algunos
domina el amor por los padres, en otros los indoctrinamientos y el odio.Nadie podría
estar seguro de lo que sus hijos piensan y harían. Si a los cuatro años una pobre muchachita
ha sido entrenada para insultar, ya podemos imaginar de lo que será capaz a
los veinte, envenenada por el odio
Escolares de todas las edades, desde cuatro años, fueron utilizados
por efemelenistas para armar desórdenes en Cinquera, como informamos
en nuestra edición del sábado. El uso de niños como escudos
humanos, al frente de manifestaciones, para emporcar paredes
y como carne de cañón es parte de las estrategias de los comunistas,
lo que se volvió a comprobar el viernes durante la visita del
candidato arenero Rodrigo Ávila a Cinquera.
Alumnos de las escuelas del lugar declararon a nuestros reporteros que la directora
del instituto y varios profesores los indoctrinan atacando al gobierno y haciendo proselitismo
en favor de los rojos, violentando su deber como educadores. Que una muchachita
de cuatro años se haya puesto a la cabeza de un grupo para insultar, demuestra
la gravedad del problema: en vez de aprender a convivir con otros en la comunidad,
a los niños se les inculca odio y antagonismo.
Varios de los niños hicieron “la señal del dedo medio” que el diputado Patán exhibió
en la Asamblea Legislativa durante una visita del presidente Saca. El mismo sujeto, como
lo denunció el año pasado el Consejo de Seguridad Nacional, anda reclutando jovencitos
en la zona deApopa y Guazapa para entrenarlos en ejercicios militares, en adición
a los lavados de cerebro a que les someten. Lo de Cinquera evidencia lo extendido
que está en el país despertar el odio y la violencia entre los jóvenes.
El proselitismo de los comunistas se basa en generar rivalidades, odio, resentimientos
de clase, desconfianza y hostilidad hacia todo lo que representa trabajo, buenas costumbres,
moral y el orden normal de las sociedades libres. En los desórdenes de Cinquera
se acusaba al gobierno de todos los males y frustraciones que pueda alguien tener,
sin que se mencionara la destrucción perpetrada por la guerrilla a lo largo de dos
décadas y el costo de reconstruir el país. Como todos saben, se incita a la lucha de clases
y al mismo tiempo se ofrecen paraísos, tarea en la que participa Funes, que no vaciló
en tener a su lado a uno de los individuos delmás negro historial que puede darse, lo
que recogen las crónicas de Geovani Galeas.
Imaginemosloqueseráalosveinteaños
Los sucesos de Cinquera deben hacer pensar a todos los padres de familia del país
en lo que sucedería con sus hijos e hijas si los comunistas llegaran al poder con Funes
como máscara pero con su vice y los más radicales en control. Como dicen muchos,
es gente cuyas manos están másmanchadas de rojo que sus banderas.
¿Cuál es la práctica y el historial de los niños y jovencitos en un Estado totalitario?
En Cuba, en la Alemania nazi, en la Unión Soviética y en todo régimen socialista en
poder de radicales, los niños son la carne de cañón pero además tienen la tarea de vigilar
y reportar lo que hacen y dicen sus padres, sus familiares, sus hermanos: se convierten
en informadores, espías dentro de los hogares y en las barriadas. En algunos
domina el amor por los padres, en otros los indoctrinamientos y el odio.Nadie podría
estar seguro de lo que sus hijos piensan y harían. Si a los cuatro años una pobre muchachita
ha sido entrenada para insultar, ya podemos imaginar de lo que será capaz a
los veinte, envenenada por el odio