Post by realeagle on Aug 13, 2009 14:00:18 GMT -5
Todo o nada
Si todavía había esperanzas de enderezar el camino en la eliminatoria al mundial Sudáfrica 2010, El Salvador enterró ayer la mayor parte de ellas al caer como visitante ante Trinidad y Tobago 1-0 y se quedó con cinco puntos, siempre en la quinta casilla de la hexagonal. Si alguna vez en esta eliminatoria El Salvador ha estado lejos de Sudáfrica 2010, es hoy. No cuando comenzó la misma ante Anguila, no cuando superó a Panamá, ni mucho menos la ronda de grupos. Hoy, cuando en seis partidos apenas cuenta cinco puntos, le restan visitas a Estados Unidos y México y fue incapaz de puntuar ante Trinidad y Tobago —que no había ganado un solo juego de la hexagonal—, los cuscatlecos pueden decir que casi han perdido toda esperanza de clasificación. Antes había ilusión, hoy todo parece un túnel sin salida. Un gol. Cuánto pesa un gol. Por uno se perdió ante Costa Rica, por uno se perdió ante Honduras, y por uno se perdió ayer ante Trinidad y Tobago. Es tan irónico, porque en todos y cada uno de esos juegos El Salvador fue incapaz de hacer uno solo y hoy se lamenta más que nunca de esas oportunidades perdidas. Las oportunidades y los errores. Porque de entrada la selección jugó un mal primer tiempo, irregular, entre la ansiedad y la tensión, con la obligación de sacar un triunfo pintada en el 3-6-1 con que el técnico Carlos De los Cobos mandó el equipo a la cancha. La ausencia era Arturo Álvarez. El mexicano lo deseó tanto que a la hora buena lo dejó en el banquillo y Trinidad agradeció el gesto. Los mismos siete minutos que habían pasado en el primer partido de esta hexagonal fueron los mismos primeros siete minutos de ayer, y otra vez los caribeños anotaron un gol en ese lapso. Un contraataque, en que el medio campo y la defensa salvadoreña se vio mala en los relevos, dejó a Glen Cornell solo por la izquierda, justo para vencer con un tiro cruzado a Miguel Montes, más pendiente de pedir una supuesta mano del rival que de cubrir el disparo mortal. Un gol. Trinidad ya tenía lo que necesitaba y El Salvador tenía que remar contracorriente. No otra vez, sino como siempre, porque siempre es necesario recibir primero el mazazo para despertar. El problema ayer fue que ni con eso se logró. Eliseo Quintanilla era intermitente. Rodolfo Zelaya peleaba sin premio. De Cristian Castillo y de Osael Romero no habían noticias, y Deris Umanzor se encontró un centro de Cheyo, pero tiró su cabezazo fuera. Incapaces de definir, mejor Trinidad volvió a acercarse al gol en un tiro libre de Carlos Edwards que sacudió el horizontal en otra mala cobertura del “Mudo”.
Adiós a la esperanza El todo o nada que se jugaba la selección estaba terminando en nada, hasta que De los Cobos decidió jugárselo todo. Metió a Álvarez, al nacido en Houston, y el repatriado bordó con su izquierda las mejores oportunidades que El Salvador tuvo en la segunda parte. Decían que era como Cheyo. Ayer jugó mejor que él. Tiró el primer recorte por derecha y su centro, medido, con la zurda llegó al corazón del área, donde el mismo Quintanilla preparó el cabezazo y recibió la falta del defensa trinitense. ¿Penalti? Mejor no hablar del árbitro. Esa, sobre el '49, fue la primera; 13 minutos después haría la segunda y probó por primera vez a portería, aunque su disparo lo desvió un defensa. Pero El Salvador llegaba y Trinidad apretaba para no encajar el gol en contra. Zelaya fue el siguiente en intentarlo, con un disparo fuera de área, pero justo al sitio donde el meta caribeño Clayton Ince comenzó a agrandar su porte más de lo que ya es y contuvo el disparo del cuscatleco. El mejor toque que Álvarez le dio a la Azul sembró la duda en Trinidad, que desde el minuto 65 renunció al ataque, replegó líneas y se quedó con la contra como única opción para intentar aumentar el marcador. Sabían que el juego en San Salvador se había definido con goles cuscatlecos en los últimos minutos, pero Osael Romero ya no estaba en la cancha. El repliegue trinitense permitió que El Salvador encimara y volviera a probar puntería. Al '65 fue el turno de Williams Reyes, quien prendió de volea un centro de Zelaya, justo donde estaba Ince. La Azul tenía más tiempo la pelota, pero tampoco se volvió inmune a sus errores. Por eso, permitió que los locales metieran un susto más cuando, en una contra, Glen prefirió probar a portería, donde contuvo Montes, a cederla a un compañero que entraba solitario por la derecha. No anotaron ellos, pero tampoco lo hizo El Salvador. Arturo volvió a probar... afuera; Ramón Sánchez prendió una volea... a las manos de Ince; Zelaya dentro del área... en medio de las piernas de Ince; Reyes se encontró una diagonal... afuera. Si no entró una sola de esas, no entraría ninguna. Final: 1-0, (otra) derrota y la frustración atorada en la garganta. Sudáfrica está más lejos que nunca. ¿México y Honduras? ¿Acaso importa cómo hayan quedado ellos cuando El Salvador no fue capaz de hacer lo que debía de hacer?
Nos faltó la concreción
El técnico Carlos De los Cobos calificó como "una pena" el haber caído en suelo triniteño. "Era un partido que debimos haber ganado porque dominamos al rival, sobre todo en la segunda parte, donde llegamos por la izquierda, el centro, la derecha. Tuvimos llegadas muy claras. Lamentablemente no entró la pelota". El mexicano afirmó que "no puedo recriminar nada a los jugadores por el esfuerzo y actitud que mostró el equipo, se encimó al equipo local", en declaraciones desde la zona de camerino a radio Monumental. Ante el comentario de que esta fue la tercera derrota por 0-1 en casa ajena, aseguró que pasa porque "no definimos; me preocuparía que no se generara llegada. El equipo llega pero no convierte... se ganan los puntos cuando se aprovechan las ocasiones, si no, se está a expensas del empate. Hoy generamos, tuvimos control del partido en muchas ocasiones, pero sin goles no hay resultados. Otra vez 1-0, los tres juegos de visita no nos han superado". De los Cobos afirmó que hubo muchas cosas que rescatar a pesar de la derrota, entre ellas, el buen juego mostrdo por el debutante Arturo Álvarez. "Me gustó mucho su disposición así como la de todo el grupo". A la vez, reconoció que "la situación está más complicada, pero no hay que dejar de luchar. Hay que ir a Estados Unidos pensando en que se puede sacar un buen resultado. Hay que dar la pelea, hay que pensar que se mostró personalidad, buen fútbol. Eso nos tiene que motivar a pesar de que ahora todo está más difícil". Por su parte, el preparador físico, Álvaro Briones, dijo que "la entrega y el pundonor me hace sentir contento dentro de la amargura (de la caída)". Para el chileno, "fue una entrega de hombres, terminamos tratando de llegar". A la vez, también valoró "el entendimiento que tuvo Álvarez con Cheyo. Cuando entró, Eliseo se vio mejor y hubo más llegada". Como para De los Cobos, para Briones lo que faltó fue el toque final. "Hubo llegada por todos lados, tiros de larga distancia, regate, y se buscó también el centro y desde la línea de fondo. El rival nunca nos pasó por encima, demostramos que seguimos siendo un equipo competitivo y más de alguna sorpresa vamos a dar". A la vez, Briones reconoció el trabajo del rival y dijo que Trinidad tuvo al meta Ince en su tarde.
Si todavía había esperanzas de enderezar el camino en la eliminatoria al mundial Sudáfrica 2010, El Salvador enterró ayer la mayor parte de ellas al caer como visitante ante Trinidad y Tobago 1-0 y se quedó con cinco puntos, siempre en la quinta casilla de la hexagonal. Si alguna vez en esta eliminatoria El Salvador ha estado lejos de Sudáfrica 2010, es hoy. No cuando comenzó la misma ante Anguila, no cuando superó a Panamá, ni mucho menos la ronda de grupos. Hoy, cuando en seis partidos apenas cuenta cinco puntos, le restan visitas a Estados Unidos y México y fue incapaz de puntuar ante Trinidad y Tobago —que no había ganado un solo juego de la hexagonal—, los cuscatlecos pueden decir que casi han perdido toda esperanza de clasificación. Antes había ilusión, hoy todo parece un túnel sin salida. Un gol. Cuánto pesa un gol. Por uno se perdió ante Costa Rica, por uno se perdió ante Honduras, y por uno se perdió ayer ante Trinidad y Tobago. Es tan irónico, porque en todos y cada uno de esos juegos El Salvador fue incapaz de hacer uno solo y hoy se lamenta más que nunca de esas oportunidades perdidas. Las oportunidades y los errores. Porque de entrada la selección jugó un mal primer tiempo, irregular, entre la ansiedad y la tensión, con la obligación de sacar un triunfo pintada en el 3-6-1 con que el técnico Carlos De los Cobos mandó el equipo a la cancha. La ausencia era Arturo Álvarez. El mexicano lo deseó tanto que a la hora buena lo dejó en el banquillo y Trinidad agradeció el gesto. Los mismos siete minutos que habían pasado en el primer partido de esta hexagonal fueron los mismos primeros siete minutos de ayer, y otra vez los caribeños anotaron un gol en ese lapso. Un contraataque, en que el medio campo y la defensa salvadoreña se vio mala en los relevos, dejó a Glen Cornell solo por la izquierda, justo para vencer con un tiro cruzado a Miguel Montes, más pendiente de pedir una supuesta mano del rival que de cubrir el disparo mortal. Un gol. Trinidad ya tenía lo que necesitaba y El Salvador tenía que remar contracorriente. No otra vez, sino como siempre, porque siempre es necesario recibir primero el mazazo para despertar. El problema ayer fue que ni con eso se logró. Eliseo Quintanilla era intermitente. Rodolfo Zelaya peleaba sin premio. De Cristian Castillo y de Osael Romero no habían noticias, y Deris Umanzor se encontró un centro de Cheyo, pero tiró su cabezazo fuera. Incapaces de definir, mejor Trinidad volvió a acercarse al gol en un tiro libre de Carlos Edwards que sacudió el horizontal en otra mala cobertura del “Mudo”.
Adiós a la esperanza El todo o nada que se jugaba la selección estaba terminando en nada, hasta que De los Cobos decidió jugárselo todo. Metió a Álvarez, al nacido en Houston, y el repatriado bordó con su izquierda las mejores oportunidades que El Salvador tuvo en la segunda parte. Decían que era como Cheyo. Ayer jugó mejor que él. Tiró el primer recorte por derecha y su centro, medido, con la zurda llegó al corazón del área, donde el mismo Quintanilla preparó el cabezazo y recibió la falta del defensa trinitense. ¿Penalti? Mejor no hablar del árbitro. Esa, sobre el '49, fue la primera; 13 minutos después haría la segunda y probó por primera vez a portería, aunque su disparo lo desvió un defensa. Pero El Salvador llegaba y Trinidad apretaba para no encajar el gol en contra. Zelaya fue el siguiente en intentarlo, con un disparo fuera de área, pero justo al sitio donde el meta caribeño Clayton Ince comenzó a agrandar su porte más de lo que ya es y contuvo el disparo del cuscatleco. El mejor toque que Álvarez le dio a la Azul sembró la duda en Trinidad, que desde el minuto 65 renunció al ataque, replegó líneas y se quedó con la contra como única opción para intentar aumentar el marcador. Sabían que el juego en San Salvador se había definido con goles cuscatlecos en los últimos minutos, pero Osael Romero ya no estaba en la cancha. El repliegue trinitense permitió que El Salvador encimara y volviera a probar puntería. Al '65 fue el turno de Williams Reyes, quien prendió de volea un centro de Zelaya, justo donde estaba Ince. La Azul tenía más tiempo la pelota, pero tampoco se volvió inmune a sus errores. Por eso, permitió que los locales metieran un susto más cuando, en una contra, Glen prefirió probar a portería, donde contuvo Montes, a cederla a un compañero que entraba solitario por la derecha. No anotaron ellos, pero tampoco lo hizo El Salvador. Arturo volvió a probar... afuera; Ramón Sánchez prendió una volea... a las manos de Ince; Zelaya dentro del área... en medio de las piernas de Ince; Reyes se encontró una diagonal... afuera. Si no entró una sola de esas, no entraría ninguna. Final: 1-0, (otra) derrota y la frustración atorada en la garganta. Sudáfrica está más lejos que nunca. ¿México y Honduras? ¿Acaso importa cómo hayan quedado ellos cuando El Salvador no fue capaz de hacer lo que debía de hacer?
Nos faltó la concreción
El técnico Carlos De los Cobos calificó como "una pena" el haber caído en suelo triniteño. "Era un partido que debimos haber ganado porque dominamos al rival, sobre todo en la segunda parte, donde llegamos por la izquierda, el centro, la derecha. Tuvimos llegadas muy claras. Lamentablemente no entró la pelota". El mexicano afirmó que "no puedo recriminar nada a los jugadores por el esfuerzo y actitud que mostró el equipo, se encimó al equipo local", en declaraciones desde la zona de camerino a radio Monumental. Ante el comentario de que esta fue la tercera derrota por 0-1 en casa ajena, aseguró que pasa porque "no definimos; me preocuparía que no se generara llegada. El equipo llega pero no convierte... se ganan los puntos cuando se aprovechan las ocasiones, si no, se está a expensas del empate. Hoy generamos, tuvimos control del partido en muchas ocasiones, pero sin goles no hay resultados. Otra vez 1-0, los tres juegos de visita no nos han superado". De los Cobos afirmó que hubo muchas cosas que rescatar a pesar de la derrota, entre ellas, el buen juego mostrdo por el debutante Arturo Álvarez. "Me gustó mucho su disposición así como la de todo el grupo". A la vez, reconoció que "la situación está más complicada, pero no hay que dejar de luchar. Hay que ir a Estados Unidos pensando en que se puede sacar un buen resultado. Hay que dar la pelea, hay que pensar que se mostró personalidad, buen fútbol. Eso nos tiene que motivar a pesar de que ahora todo está más difícil". Por su parte, el preparador físico, Álvaro Briones, dijo que "la entrega y el pundonor me hace sentir contento dentro de la amargura (de la caída)". Para el chileno, "fue una entrega de hombres, terminamos tratando de llegar". A la vez, también valoró "el entendimiento que tuvo Álvarez con Cheyo. Cuando entró, Eliseo se vio mejor y hubo más llegada". Como para De los Cobos, para Briones lo que faltó fue el toque final. "Hubo llegada por todos lados, tiros de larga distancia, regate, y se buscó también el centro y desde la línea de fondo. El rival nunca nos pasó por encima, demostramos que seguimos siendo un equipo competitivo y más de alguna sorpresa vamos a dar". A la vez, Briones reconoció el trabajo del rival y dijo que Trinidad tuvo al meta Ince en su tarde.