Post by realeagle on Oct 15, 2009 13:56:34 GMT -5
Pese a todo, gracias Selecta por Denni Portillo LPG
No vamos a ir al mundial. No ganamos el último partido de la hexagonal. No cerramos como queríamos terminar. Pero... acaso eso es suficiente para no mirar atrás y reconocer que la selección se ganó el aplauso del respetable otra vez. Pavón, tenía que ser Pavón. “La Sombra”. Ojalá de verdad fueras una sombra, porque ya me aburrí de verte hacerle goles a la selección. Pero sabés qué: ojalá te vaya bien en el mundial. Yo prefiero quedarme con mi selección, la que ayer me hizo sufrir como lo hizo desde febrero del año pasado, desde la primera vez que fui vestido de azul —el color más lindo del mundo, el color del cielo— al estadio. Y sí, hay que admitirlo: cómo nos gusta sufrir. Cuando es por la selección, por esta selección, al menos, vale la pena sufrir. Vale la pena llegar al estadio desde el mediodía y aguantar sol. Aguantar sed. Aguantar hambre. Hace ocho años también aguantamos todo eso y la recompensa fue un 2-5 en contra que no valía la pena. El 0-1 de ayer sí. Porque se siente chivo pasar los primeros 45 minutos con la mara al lado, los que no he visto nunca antes en la vida ni volveré a ver después. Se siente chivo, a la par de todos ellos, mentarle la madre al rival; más si es la de Cuauhtémoc Blanco o Pavón. Se siente chivo tirar las bolsas de miados y ver a quién le cae. Y eso solo nos lo regala y permite la selección. No importa que muchas pelotas terminen en malos pases. Allá atrás está Alex “la Rastra” Escobar para contener a David Suazo. Perdón, pero qué malo sos viejo. Una de dos: o “la Rastra” es mejor que vos o a Mourinho le gustan grandes y negros... Bueno, sin comentarios. Además, en la portería está Miguel Montes. Gracias, Miguel, por todas las tapadas. Por las que le hiciste a Costa Rica, a México, a Estados Unidos y ayer a Honduras. Ahora seguí tapando con el Aguilita como con la selección, por favor. Sigamos contando, que ellos siguen jugando. No tenemos los jugadores en ligas europeas de renombre como ellos, pero miren como la tocan Cristian Castillo con Arturo Álvarez, y este con Ramón Sánchez, y este con Eliseo Quintanilla. ¡Pum! Allá va la patada del hondureño, lesionado Cheyo, aplaudan, mara. Cheyo, gracias por los goles contra Panamá, esos goles de los que todos nos acordaremos cada vez que nos pregunten cuál ha sido el partido más agónico del que tengamos memoria alguna. Lástima que esos goles siempre nos hicieron falta en los momentos claves. Ayer también.
Mirá como hace a un lado el defensa hondureño a Williams Reyes; gracias por nacionalizarte sin pedir casas ni dinero, vos sí sabés lo que se siente ser salvadoreño. Mirá como tapa el portero de ellos el tiro de Escobar, como saca la vaselina de Arturo. Algún día... algún día... algún día esos goles que nos hemos tragado podrán salir en todo su colorido, folclor, pasión y expresión. Allá van los orines. Esta bolsa es por la victoria sobre México. Esta por la de los ticos. Esta otra por los malinchistas (porque nunca faltan los p... asmados que ayer decían que la Azul ya estaba vendida y que no pagarían ni $2 por ir a ver a la selección, esos que lloran por el Madrid o el Barcelona, pero ven con desprecio al Águila al Alianza y al Fas ). Esta otra solo porque tengo ganas de aventar otra. Allá va Rudis Corrales de cambio. Gracias por el gol a Costa Rica. Al menos nos dio esperanza y vida unas cuantas semanas más. Pero es que no es paja, nos falta gol. Nos faltó en la mayor parte de la eliminatoria. La regamos, nos los acabamos contra Anguila. Ojalá no nos falten dentro de cuatro años. Y es que ojalá dentro de cuatro años esta selección siga el proceso que todos como afición queremos. Se me olvidaban las gracias más importantes de todas: GRACIAS, PROFE DE LOS COBOS, por devolverle la ilusión a un país, por hacer que otra vez El Salvador jugara buen fútbol, gracias. Gracias, Manuel, Marvin, Mardoqueo, Deris, Alfredo, Sánchez, Osael, Cristian, Arturo, Rodolfo, todos los que estuvieron antes en el proceso y hoy ya no están. Perdimos ayer, y qué, ¿acaso no se han perdido partidos antes? ¿Acaso no nos hemos quedado eliminados de mundiales antes? Nos vemos en Brasil 2014.
No vamos a ir al mundial. No ganamos el último partido de la hexagonal. No cerramos como queríamos terminar. Pero... acaso eso es suficiente para no mirar atrás y reconocer que la selección se ganó el aplauso del respetable otra vez. Pavón, tenía que ser Pavón. “La Sombra”. Ojalá de verdad fueras una sombra, porque ya me aburrí de verte hacerle goles a la selección. Pero sabés qué: ojalá te vaya bien en el mundial. Yo prefiero quedarme con mi selección, la que ayer me hizo sufrir como lo hizo desde febrero del año pasado, desde la primera vez que fui vestido de azul —el color más lindo del mundo, el color del cielo— al estadio. Y sí, hay que admitirlo: cómo nos gusta sufrir. Cuando es por la selección, por esta selección, al menos, vale la pena sufrir. Vale la pena llegar al estadio desde el mediodía y aguantar sol. Aguantar sed. Aguantar hambre. Hace ocho años también aguantamos todo eso y la recompensa fue un 2-5 en contra que no valía la pena. El 0-1 de ayer sí. Porque se siente chivo pasar los primeros 45 minutos con la mara al lado, los que no he visto nunca antes en la vida ni volveré a ver después. Se siente chivo, a la par de todos ellos, mentarle la madre al rival; más si es la de Cuauhtémoc Blanco o Pavón. Se siente chivo tirar las bolsas de miados y ver a quién le cae. Y eso solo nos lo regala y permite la selección. No importa que muchas pelotas terminen en malos pases. Allá atrás está Alex “la Rastra” Escobar para contener a David Suazo. Perdón, pero qué malo sos viejo. Una de dos: o “la Rastra” es mejor que vos o a Mourinho le gustan grandes y negros... Bueno, sin comentarios. Además, en la portería está Miguel Montes. Gracias, Miguel, por todas las tapadas. Por las que le hiciste a Costa Rica, a México, a Estados Unidos y ayer a Honduras. Ahora seguí tapando con el Aguilita como con la selección, por favor. Sigamos contando, que ellos siguen jugando. No tenemos los jugadores en ligas europeas de renombre como ellos, pero miren como la tocan Cristian Castillo con Arturo Álvarez, y este con Ramón Sánchez, y este con Eliseo Quintanilla. ¡Pum! Allá va la patada del hondureño, lesionado Cheyo, aplaudan, mara. Cheyo, gracias por los goles contra Panamá, esos goles de los que todos nos acordaremos cada vez que nos pregunten cuál ha sido el partido más agónico del que tengamos memoria alguna. Lástima que esos goles siempre nos hicieron falta en los momentos claves. Ayer también.
Mirá como hace a un lado el defensa hondureño a Williams Reyes; gracias por nacionalizarte sin pedir casas ni dinero, vos sí sabés lo que se siente ser salvadoreño. Mirá como tapa el portero de ellos el tiro de Escobar, como saca la vaselina de Arturo. Algún día... algún día... algún día esos goles que nos hemos tragado podrán salir en todo su colorido, folclor, pasión y expresión. Allá van los orines. Esta bolsa es por la victoria sobre México. Esta por la de los ticos. Esta otra por los malinchistas (porque nunca faltan los p... asmados que ayer decían que la Azul ya estaba vendida y que no pagarían ni $2 por ir a ver a la selección, esos que lloran por el Madrid o el Barcelona, pero ven con desprecio al Águila al Alianza y al Fas ). Esta otra solo porque tengo ganas de aventar otra. Allá va Rudis Corrales de cambio. Gracias por el gol a Costa Rica. Al menos nos dio esperanza y vida unas cuantas semanas más. Pero es que no es paja, nos falta gol. Nos faltó en la mayor parte de la eliminatoria. La regamos, nos los acabamos contra Anguila. Ojalá no nos falten dentro de cuatro años. Y es que ojalá dentro de cuatro años esta selección siga el proceso que todos como afición queremos. Se me olvidaban las gracias más importantes de todas: GRACIAS, PROFE DE LOS COBOS, por devolverle la ilusión a un país, por hacer que otra vez El Salvador jugara buen fútbol, gracias. Gracias, Manuel, Marvin, Mardoqueo, Deris, Alfredo, Sánchez, Osael, Cristian, Arturo, Rodolfo, todos los que estuvieron antes en el proceso y hoy ya no están. Perdimos ayer, y qué, ¿acaso no se han perdido partidos antes? ¿Acaso no nos hemos quedado eliminados de mundiales antes? Nos vemos en Brasil 2014.