Post by realeagle on Dec 15, 2009 8:39:06 GMT -5
FESA tiene que ser tomado en cuenta por Fernado Palomo (Narrador principal de ESPN)
Era como estar en el Beverly Hills de las ciudades deportivas. Valdebebas es, sino el mejor, uno de los mejores centros de entrenamiento del mundo. Es para el Real Madrid la gran herencia de Florentino Pérez. En sus instalaciones entrenan todos los equipos del club, desde el que dirige el chileno Manuel Pellegrini hasta el de los más chicos soñadores. Desde sus oficinas se manejan seguimientos de la cantera que más jugadores promueve en el fútbol español y el talento desperdigado por el mundo que puede llegar a nutrir la base merengue. Caminaba con alguno de los técnicos de la cantera blanca por los pasillos que comunican los once campos de Valdebebas (uno de arena que hizo Luxemburgo y que nunca se usó) cuando uno de ellos me dijo: “Hemos seguido un chico de tu patria, vive en Los Ángeles”. Imaginarán que ante el comentario, lo que menos quería era sufrir del frío de la sierra para ver más campos de fútbol. Quería la información. Llegamos a las oficinas de los técnicos de la cantera y allí estaba esperando el papel con nombre, apellido, teléfono y una observación de sus características. Pasaron un par de semanas de esa visita a Valdebebas, retomo la normalidad de mis tareas y confirmo que el jugador, de padres salvadoreños, que es seguido a la distancia por el Real Madrid, está en la lista de jóvenes talentos en el exterior identificados por la Fundación Educando a un Salvadoreño (FESA), y cuya lista ha sido proporcionada a la comisión normalizadora de la FESFUT para su seguimiento y que de eso se aprovechen las selecciones inferiores de nuestro fútbol. La mejor noticia no ha sido enterarme que el Madrid sigue a un chico salvadoreño con proyecto de crack. Mayor alegría da saber que en nuestro país hay una estructura del fútbol que está trabajando, no descansa, y que además funciona. Cuando la continuidad de Carlos De los Cobos se ha instalado (con la culpabilidad de ideas como que he defendido) como la única luz de esperanza para nuestro fútbol, es conveniente reconocer que su renovación sería solo una variable de una ecuación mucho más grande. Si es que hay solución al problema estructural de nuestro fútbol, FESA puede ofrecer buena parte de es solución. En FESA, esta esperanza no depende de una persona sino de un ideal, y entusiasma saber que esa filosofía para el desarrollo integral entrega resultados que están a la vista. Por esos resultados no tendría que extrañarnos si en unos meses nos convertimos en fervientes hinchas del Turín (FESA) de la tercera división de nuestro fútbol. Dirigido por Carlos Recinos, conformado por jugadores sub 18 y finalista en su zona, el Turín es solo una muestra del resultado que en el camino va dejando FESA. El trabajo de cuatro años, muchos de ellos sin apoyo de las instituciones del fútbol nacional, pero que ya ha proyectado hasta 10 jugadores jóvenes en clubes del exterior, desarrollando una red internacional de contactos cada vez mas grande. Un trabajo muchas veces realizado contra la corriente mediocre que habita en el subsuelo futbolístico. Fue hace solo unos días que FESA ofreció su infraestructura a los dirigentes de nuestro fútbol. El momento histórico en el que se instala el balompié en el país urge de aportes como el de FESA. La energía generada por el proceso de Carlos De los Cobos obliga a cambios drásticos en el rumbo del fútbol independientes de su continuidad pero vinculados estrechamente a un objetivo común: hacer que el fútbol crezca. Que los cambios sean fundamentados en ideas consolidadas, en proyectos serios, concretos y con resultados objetivos. Que el Real Madrid y FESA se fijen en ese mismo chico de Los Ángeles, ese es un resultado palpable. Que el Turín sea finalista de la tercera división con jugadores de FESA, ese es el resultado de un plan de trabajo. Este es el momento de movilizar todos los intereses del fútbol en un proyecto nacional, del cual FESA debe ser parte.
Era como estar en el Beverly Hills de las ciudades deportivas. Valdebebas es, sino el mejor, uno de los mejores centros de entrenamiento del mundo. Es para el Real Madrid la gran herencia de Florentino Pérez. En sus instalaciones entrenan todos los equipos del club, desde el que dirige el chileno Manuel Pellegrini hasta el de los más chicos soñadores. Desde sus oficinas se manejan seguimientos de la cantera que más jugadores promueve en el fútbol español y el talento desperdigado por el mundo que puede llegar a nutrir la base merengue. Caminaba con alguno de los técnicos de la cantera blanca por los pasillos que comunican los once campos de Valdebebas (uno de arena que hizo Luxemburgo y que nunca se usó) cuando uno de ellos me dijo: “Hemos seguido un chico de tu patria, vive en Los Ángeles”. Imaginarán que ante el comentario, lo que menos quería era sufrir del frío de la sierra para ver más campos de fútbol. Quería la información. Llegamos a las oficinas de los técnicos de la cantera y allí estaba esperando el papel con nombre, apellido, teléfono y una observación de sus características. Pasaron un par de semanas de esa visita a Valdebebas, retomo la normalidad de mis tareas y confirmo que el jugador, de padres salvadoreños, que es seguido a la distancia por el Real Madrid, está en la lista de jóvenes talentos en el exterior identificados por la Fundación Educando a un Salvadoreño (FESA), y cuya lista ha sido proporcionada a la comisión normalizadora de la FESFUT para su seguimiento y que de eso se aprovechen las selecciones inferiores de nuestro fútbol. La mejor noticia no ha sido enterarme que el Madrid sigue a un chico salvadoreño con proyecto de crack. Mayor alegría da saber que en nuestro país hay una estructura del fútbol que está trabajando, no descansa, y que además funciona. Cuando la continuidad de Carlos De los Cobos se ha instalado (con la culpabilidad de ideas como que he defendido) como la única luz de esperanza para nuestro fútbol, es conveniente reconocer que su renovación sería solo una variable de una ecuación mucho más grande. Si es que hay solución al problema estructural de nuestro fútbol, FESA puede ofrecer buena parte de es solución. En FESA, esta esperanza no depende de una persona sino de un ideal, y entusiasma saber que esa filosofía para el desarrollo integral entrega resultados que están a la vista. Por esos resultados no tendría que extrañarnos si en unos meses nos convertimos en fervientes hinchas del Turín (FESA) de la tercera división de nuestro fútbol. Dirigido por Carlos Recinos, conformado por jugadores sub 18 y finalista en su zona, el Turín es solo una muestra del resultado que en el camino va dejando FESA. El trabajo de cuatro años, muchos de ellos sin apoyo de las instituciones del fútbol nacional, pero que ya ha proyectado hasta 10 jugadores jóvenes en clubes del exterior, desarrollando una red internacional de contactos cada vez mas grande. Un trabajo muchas veces realizado contra la corriente mediocre que habita en el subsuelo futbolístico. Fue hace solo unos días que FESA ofreció su infraestructura a los dirigentes de nuestro fútbol. El momento histórico en el que se instala el balompié en el país urge de aportes como el de FESA. La energía generada por el proceso de Carlos De los Cobos obliga a cambios drásticos en el rumbo del fútbol independientes de su continuidad pero vinculados estrechamente a un objetivo común: hacer que el fútbol crezca. Que los cambios sean fundamentados en ideas consolidadas, en proyectos serios, concretos y con resultados objetivos. Que el Real Madrid y FESA se fijen en ese mismo chico de Los Ángeles, ese es un resultado palpable. Que el Turín sea finalista de la tercera división con jugadores de FESA, ese es el resultado de un plan de trabajo. Este es el momento de movilizar todos los intereses del fútbol en un proyecto nacional, del cual FESA debe ser parte.