Post by realeagle on Sept 26, 2005 17:26:06 GMT -5
El peor River de la era moderna
Sin juego ni convicción, con fracasos individuales y errores de Merlo, volvió a perder y le da la espalda a la rica historia del club.
quedó (está) pinchado...
Convive amarrado a una cadena de miserias que fecha tras fecha se alimenta de nuevos eslabones. Permite que una brisa inocente se transforme en el Katrina. Perdió tanto la confianza que falla en cuestiones conceptuales básicas. No hace goles y se los hacen. No deja a ningún jugador mano a mano con el arquero rival y un juez de línea lo salva de quedar incluso antes en desventaja. No aprovecha las jugadas con pelota parada y sufre con las que le caen en su área. Juega a lo que le sale y no le sale nada. No tiene identidad ni muestra la actitud necesaria para dar vuelta un pésimo momento. ¿Todos sus jugadores entienden que están jugando en River?
Si hoy llegara a la Argentina un futbolero de ley, un hincha de River que hace cuatro meses (por poner una fecha) no sabe nada del equipo, no lo podría creer. Y no porque sus ojos hayan disfrutado de Alonso, Francescoli, Ramón Díaz, Ortega, Aimar, Saviola y otras glorias no tan añejas sino por la falta de identidad, de estilo y de presencia de la actual formación.
Cinco meses hace que River no gana de visitante, incluidos torneos y Copas internacionales. Mucho tiempo. Pasaron ya 154 días desde aquél 5 a 2 ante Almagro por el Clausura pasado (el 24 de abril) para ver a un micro con jugadores de River volviendo al Monumental entre sonrisas. Parece demasiado.
En el medio se fue el anterior técnico Leonardo Astrada y dejaron el club varios jugadores de nombre como Carlos Diogo, Eduardo Tuzzio, Javier Mascherano, Luis González... También quedó atrás la Copa Libertadores pasada a manos de San Pablo... Y hasta el técnico se fue después de que él y todo el mundo se dio cuenta de que había elegido jugadores sin el peso específico para vestir la camiseta de River... Luego llegó de apuro Reinaldo Carlos Merlo para apagar el incendio, oculto, pero incendio al fin, desatado por la deserción del ex-DT en un vestuario visitante...
Apesta el olor a fracaso en la política de contrataciones. Se mira para abajo y no aparece un distinto en Inferiores. Encima Boca ya es puntero solo. El peor River de la era moderna espera una soga que lo salve. Al mismo tiempo implora para que no lo ahorque.
Sin juego ni convicción, con fracasos individuales y errores de Merlo, volvió a perder y le da la espalda a la rica historia del club.
quedó (está) pinchado...
Convive amarrado a una cadena de miserias que fecha tras fecha se alimenta de nuevos eslabones. Permite que una brisa inocente se transforme en el Katrina. Perdió tanto la confianza que falla en cuestiones conceptuales básicas. No hace goles y se los hacen. No deja a ningún jugador mano a mano con el arquero rival y un juez de línea lo salva de quedar incluso antes en desventaja. No aprovecha las jugadas con pelota parada y sufre con las que le caen en su área. Juega a lo que le sale y no le sale nada. No tiene identidad ni muestra la actitud necesaria para dar vuelta un pésimo momento. ¿Todos sus jugadores entienden que están jugando en River?
Si hoy llegara a la Argentina un futbolero de ley, un hincha de River que hace cuatro meses (por poner una fecha) no sabe nada del equipo, no lo podría creer. Y no porque sus ojos hayan disfrutado de Alonso, Francescoli, Ramón Díaz, Ortega, Aimar, Saviola y otras glorias no tan añejas sino por la falta de identidad, de estilo y de presencia de la actual formación.
Cinco meses hace que River no gana de visitante, incluidos torneos y Copas internacionales. Mucho tiempo. Pasaron ya 154 días desde aquél 5 a 2 ante Almagro por el Clausura pasado (el 24 de abril) para ver a un micro con jugadores de River volviendo al Monumental entre sonrisas. Parece demasiado.
En el medio se fue el anterior técnico Leonardo Astrada y dejaron el club varios jugadores de nombre como Carlos Diogo, Eduardo Tuzzio, Javier Mascherano, Luis González... También quedó atrás la Copa Libertadores pasada a manos de San Pablo... Y hasta el técnico se fue después de que él y todo el mundo se dio cuenta de que había elegido jugadores sin el peso específico para vestir la camiseta de River... Luego llegó de apuro Reinaldo Carlos Merlo para apagar el incendio, oculto, pero incendio al fin, desatado por la deserción del ex-DT en un vestuario visitante...
Apesta el olor a fracaso en la política de contrataciones. Se mira para abajo y no aparece un distinto en Inferiores. Encima Boca ya es puntero solo. El peor River de la era moderna espera una soga que lo salve. Al mismo tiempo implora para que no lo ahorque.