Post by realeagle on Dec 5, 2007 14:02:50 GMT -5
Decí campeón
Ni 70 ni 30: todo del Grana, que dio la vuelta en la Bombonera, hito para un pueblo que terminó pipón pipón gracias a un equipo histórico.
El treintañero baja al trote, con el "porque este año de Lanús Este, de Lanús Este, salió el nuevo campeón" escurriéndosele por las comisuras. Las lágrimas lo tienen acorralado. Y lo vencen una vez dentro del vestuario, zona liberada, al fin, para descargar tanta pasión contenida en platea extranjera. Privilegiado "amigo de", testigo ocular del frenesí VIP. La utopía perseguida durante casi 93 años al fin se hace añicos y los verdugos de la quimera piden "un minuto de silencio, para Banfield que está muerto". Y ea ea ea ea, ea ea ea é, sí. Al ritmo del bombo manipulado por Flores, y el redoblante de Mauricio Romero, vástago del club, hincha "y aparte amigo de varios de los chicos", de los más esfervecentes. Ojo, ni compite con Blanco, envidia de varios, que mira y toca, y vaya que si lo hace porque no la suelta en ningún momento a la Copa Cablevisión. A Benítez y su peluca multicolor no le importa. Está compenetrado en agitar y dejarse agitar. Porque hay motivos para el zamarreo. Lanús es el campéon, el campeón del pueblo, granate y de otros colores, porque también es el campeón simpático, y un campeón que encima juega lindo. Un hito que justifica el vaho y, por ende, la incansable repetición de bocanadas y pieles pegajosas. Como la da Cabrero, más sudado que cuando al principio del torneo su Grana apenas tenía un punto de nueve. "Mírenme, muchachos, no puedo hablar, no puedo más", implora superado por la emoción, pero cede ante la insistencia de la decena de periodistas (muchos paracaidistas) in situ, que tratan de conseguir testimonios trillados pero para la historia al fin, pese al "cantemos todo que Lanús está de fiesta, cantemos todos que Lanús es carnaval, cantemos todo que La Boca está luto" y ya sabemos cómo sigue la dedicatoria a quienes no cedieron una segunda bandeja y a quienes se empacaron en boicotear la fiesta a la europea en la hierba.
Llamativo el look de Bossio: torso al aire, pantalón largo, medias y ojotas. Y el trofeo descansando entre sus brazos mientras enfila a ese micro que se menea y ruge avisando que "ya se acerca Nochebuena, ya se acerca Navidad, para todos los de Banfield, el regalo de papá". Valeri, en tanto, todavía sigue perdido entre la bruma de vestuario (y eso que nadie abrió una ducha) contando que "esto se disfruta el triple, porque acá jugás con el amigo de Inferiores". Y se nota.
En Arias y Guidi, mientras, 40.000 almas extasiadas aguardan la llegada del equipo de los milagros. La Fortaleza está más custodiada que nunca, luce repleta. La voz del estadio insiste (sin éxito) en pedirle "a los hinchas que están en el campo que vuelvan a las tribunas". Resignada, acude al apoyo ¡de la popular! Igual, no hay caso. Los héroes, ansiosos, ya no aguardan y saltan 21.16 a abrazarse a esa multitud. Pero el caos se entromete rápidamente, Ramón termina cabrero con los groupies que intentan desvalijarlo de atuendos, y raja con el estruendoso oy, oy, oy, oy de fondo. Biglieri casi termina a los bifes por un contexto similar. Así pues, la fiesta dura unos efímeros diez minutos. El jueves, a las 20, habrá revancha más organizada. Aunque 2 de diciembre de 2007 habrá uno solo. Porque en la Bombonera, ni 70 ni 30: 100% Lanús. Pipón pipón...
Uno x uno
5,8 de promedio
13—Bossio (5,9): Era el más insultado en el inicio del torneo y se repuso con una inesperada solidez. Sólo cuatro veces le anotaron más de un gol.
4—Graieb (5,2): Mantuvo la regularidad de siempre en defensa y hasta le sumó oficio en ofensiva. Su experiencia, clave.
20—Ribonetto (5,5): Metió un cabezazo ya épico, en Rosario, cuando no se le podía ganar a Central. Una revelación.
17—Hoyos (5,5): Volvió recién en la fecha 12, contra Vélez, por una lesión en los meniscos. Gran complemento del dos.
3—Velázquez (5,3): Otro de los apuntados. Criterioso, buena pegada, ayer se retiró ovacionado.
23—Blanco (6,8): Jugó sólo ocho partidos pero fue determinante, con su talento y velocidad, en la recta final. Clavó el 1-0, un golazo, contra Central.
5—Pelletieri (6,4): De lo mejor. El cabecilla de una banda de pibes que juegan con criterio y sudor. Fue seleccionado en el 07.
18—Fritzler (6): Culpable de uno de los goles del torneo: el 2-1, de cabeza, a Tigre. Antes y después, regularidad.
8—Valeri (6,6): El crack. Se consagró en el 4-3 a San Lorenzo y, salvo con River, luego la rompió en los partidos chivos. Un presente enorme.
10—Acosta (6): Intermitente pero igual decisivo. Venía de ser campeón juvenil en Canadá.
9—Sand (6): Implacable. Arrancó con una roja ante Independiente y después arrasó con 15 goles en 16 partidos, y muchos clave.
21—Aguirre (5,5): Empezó en buen nivel y perdió el puesto cerca del final. Le faltó agresividad.
28—Viera (5,5): Fue el reemplazante de Hoyos y tuvo una aplaudible regularidad. Está lesionado.
31—Biglieri (5,4): Jugó 11 partidos y en cinco entró desde el banco. Una hábil alternativa. Casi siempre insinuó más de lo que concretó.
11—A. Peralta (5,3): De mayor a menor. También entró en más partidos como suplente.
Nota: se seleccionó a los titulares de ayer y a quienes jugaron, mínimo, ocho encuentros. El resto: Salomón, Diego González, Nelson Benítez, Sigali, Roberto Jiménez, Manicero, Quintana, Ledesma, Faccioli y Lagos.
Con estos pibes sí se ganan campeonatos...
Este joven plantel sacó provecho de sus chicos y fue el que mejor jugó en todo el Apertura.
Que los pibes ganan partidos y no campeonatos? Esa frase yo no la digo ni la diría nunca. Los de Lanús son pibes y salieron campeones. ¿Por qué? Porque jugaron mejor que todos los equipos, tuvieron el mejor funcionamiento que vi en el torneo, fue uno de los pocos equipos que jugó al fútbol, no hizo un juego amarrete. Estos pibes tienen todo: saben jugar, saben cuál es el funcionamiento adecuado, y hay muy buena capacidad individual que genera un mejor rendimiento colectivo. Y eso se ve en un Valeri, que es uno de los mejores jugadores del fútbol argentino, por capacidad, por destreza, por técnica. Tiene todo lo que se le puede pedir a un jugador. Tiene una técnica de tanto valor que a veces no se la reconocen. Por ejemplo, en el gol de Sand en Rosario, nadie habló de lo que hizo Valeri en la previa, cómo le pegó a la pelota, el efecto que le dio para que falle el arquero. Tiene técnica y destreza, le sabe pegar a la pelota, tiene despliegue, ¿qué más le podés pedir a un jugador que además recién tiene 21 años?
Después explotó Acosta, con 19. Un jugador que tiene rapidez, velocidad. Y en el fútbol de hoy si no se llega al gol por desequilibrio individual o por velocidad, se llega por técnica. Además, apareció Blanco (19), que los acompaña a la perfección. Pelletieri (25) y Fritzler (21) quitan la pelota y no la rifan. Eso es importantísimo porque hace que Lanús la tenga siempre.
Por otra parte, el equipo suplió con capacidad a los que se fueron, y eso genera una buena base de equipo. No tengo ninguna duda de que los pibes ganan campeonatos y de que estos pibes de Lanús lo ganaron muy merecidamente.
24. Promedio de edad
Junto con el San Lorenzo de Ramón (que es un mes más chico), Lanús tiene uno de los planteles campeones más jóvenes de los últimos años. El Boca 06 tenía un promedio de 25 años y 10 meses. Y el Estudiantes 06: 25 y 4.
2 campeones Sub 20
Además del título de ayer, Lautaro Acosta y Leonardo Sigali también fueron campeones en el Mundial Sub 20 de Canadá, en julio. Pero el año del Osito tiene otra particularidad: en el Clausura descendió con Chicago..
Me moría de ganas de estar
SEBASTIAN LETO. Volante del Liverpool inglés.
Que los chicos hayan conseguido este título me pone tan contento que hasta me moría de ganas de estar ahí, con ellos, en La Boca. Pese a la diferencia horaria que hay con Inglaterra seguí la campaña por Internet, y a veces por una señal del cable español. Cada tanto, je, se caía la imagen, y entonces me iba a la página de Olé, para chequear el resultado. Fue impresionante también lo de la gente, todo el apoyo de visitante, el de siempre de local, durante la campaña, y para mí, más allá de lo que muchos dicen, este campeonato no es una sorpresa. Yo jugué con este equipo y sabía lo que podía dar. Lanús es un gran campeón.
Ni 70 ni 30: todo del Grana, que dio la vuelta en la Bombonera, hito para un pueblo que terminó pipón pipón gracias a un equipo histórico.
El treintañero baja al trote, con el "porque este año de Lanús Este, de Lanús Este, salió el nuevo campeón" escurriéndosele por las comisuras. Las lágrimas lo tienen acorralado. Y lo vencen una vez dentro del vestuario, zona liberada, al fin, para descargar tanta pasión contenida en platea extranjera. Privilegiado "amigo de", testigo ocular del frenesí VIP. La utopía perseguida durante casi 93 años al fin se hace añicos y los verdugos de la quimera piden "un minuto de silencio, para Banfield que está muerto". Y ea ea ea ea, ea ea ea é, sí. Al ritmo del bombo manipulado por Flores, y el redoblante de Mauricio Romero, vástago del club, hincha "y aparte amigo de varios de los chicos", de los más esfervecentes. Ojo, ni compite con Blanco, envidia de varios, que mira y toca, y vaya que si lo hace porque no la suelta en ningún momento a la Copa Cablevisión. A Benítez y su peluca multicolor no le importa. Está compenetrado en agitar y dejarse agitar. Porque hay motivos para el zamarreo. Lanús es el campéon, el campeón del pueblo, granate y de otros colores, porque también es el campeón simpático, y un campeón que encima juega lindo. Un hito que justifica el vaho y, por ende, la incansable repetición de bocanadas y pieles pegajosas. Como la da Cabrero, más sudado que cuando al principio del torneo su Grana apenas tenía un punto de nueve. "Mírenme, muchachos, no puedo hablar, no puedo más", implora superado por la emoción, pero cede ante la insistencia de la decena de periodistas (muchos paracaidistas) in situ, que tratan de conseguir testimonios trillados pero para la historia al fin, pese al "cantemos todo que Lanús está de fiesta, cantemos todos que Lanús es carnaval, cantemos todo que La Boca está luto" y ya sabemos cómo sigue la dedicatoria a quienes no cedieron una segunda bandeja y a quienes se empacaron en boicotear la fiesta a la europea en la hierba.
Llamativo el look de Bossio: torso al aire, pantalón largo, medias y ojotas. Y el trofeo descansando entre sus brazos mientras enfila a ese micro que se menea y ruge avisando que "ya se acerca Nochebuena, ya se acerca Navidad, para todos los de Banfield, el regalo de papá". Valeri, en tanto, todavía sigue perdido entre la bruma de vestuario (y eso que nadie abrió una ducha) contando que "esto se disfruta el triple, porque acá jugás con el amigo de Inferiores". Y se nota.
En Arias y Guidi, mientras, 40.000 almas extasiadas aguardan la llegada del equipo de los milagros. La Fortaleza está más custodiada que nunca, luce repleta. La voz del estadio insiste (sin éxito) en pedirle "a los hinchas que están en el campo que vuelvan a las tribunas". Resignada, acude al apoyo ¡de la popular! Igual, no hay caso. Los héroes, ansiosos, ya no aguardan y saltan 21.16 a abrazarse a esa multitud. Pero el caos se entromete rápidamente, Ramón termina cabrero con los groupies que intentan desvalijarlo de atuendos, y raja con el estruendoso oy, oy, oy, oy de fondo. Biglieri casi termina a los bifes por un contexto similar. Así pues, la fiesta dura unos efímeros diez minutos. El jueves, a las 20, habrá revancha más organizada. Aunque 2 de diciembre de 2007 habrá uno solo. Porque en la Bombonera, ni 70 ni 30: 100% Lanús. Pipón pipón...
Uno x uno
5,8 de promedio
13—Bossio (5,9): Era el más insultado en el inicio del torneo y se repuso con una inesperada solidez. Sólo cuatro veces le anotaron más de un gol.
4—Graieb (5,2): Mantuvo la regularidad de siempre en defensa y hasta le sumó oficio en ofensiva. Su experiencia, clave.
20—Ribonetto (5,5): Metió un cabezazo ya épico, en Rosario, cuando no se le podía ganar a Central. Una revelación.
17—Hoyos (5,5): Volvió recién en la fecha 12, contra Vélez, por una lesión en los meniscos. Gran complemento del dos.
3—Velázquez (5,3): Otro de los apuntados. Criterioso, buena pegada, ayer se retiró ovacionado.
23—Blanco (6,8): Jugó sólo ocho partidos pero fue determinante, con su talento y velocidad, en la recta final. Clavó el 1-0, un golazo, contra Central.
5—Pelletieri (6,4): De lo mejor. El cabecilla de una banda de pibes que juegan con criterio y sudor. Fue seleccionado en el 07.
18—Fritzler (6): Culpable de uno de los goles del torneo: el 2-1, de cabeza, a Tigre. Antes y después, regularidad.
8—Valeri (6,6): El crack. Se consagró en el 4-3 a San Lorenzo y, salvo con River, luego la rompió en los partidos chivos. Un presente enorme.
10—Acosta (6): Intermitente pero igual decisivo. Venía de ser campeón juvenil en Canadá.
9—Sand (6): Implacable. Arrancó con una roja ante Independiente y después arrasó con 15 goles en 16 partidos, y muchos clave.
21—Aguirre (5,5): Empezó en buen nivel y perdió el puesto cerca del final. Le faltó agresividad.
28—Viera (5,5): Fue el reemplazante de Hoyos y tuvo una aplaudible regularidad. Está lesionado.
31—Biglieri (5,4): Jugó 11 partidos y en cinco entró desde el banco. Una hábil alternativa. Casi siempre insinuó más de lo que concretó.
11—A. Peralta (5,3): De mayor a menor. También entró en más partidos como suplente.
Nota: se seleccionó a los titulares de ayer y a quienes jugaron, mínimo, ocho encuentros. El resto: Salomón, Diego González, Nelson Benítez, Sigali, Roberto Jiménez, Manicero, Quintana, Ledesma, Faccioli y Lagos.
Con estos pibes sí se ganan campeonatos...
Este joven plantel sacó provecho de sus chicos y fue el que mejor jugó en todo el Apertura.
Que los pibes ganan partidos y no campeonatos? Esa frase yo no la digo ni la diría nunca. Los de Lanús son pibes y salieron campeones. ¿Por qué? Porque jugaron mejor que todos los equipos, tuvieron el mejor funcionamiento que vi en el torneo, fue uno de los pocos equipos que jugó al fútbol, no hizo un juego amarrete. Estos pibes tienen todo: saben jugar, saben cuál es el funcionamiento adecuado, y hay muy buena capacidad individual que genera un mejor rendimiento colectivo. Y eso se ve en un Valeri, que es uno de los mejores jugadores del fútbol argentino, por capacidad, por destreza, por técnica. Tiene todo lo que se le puede pedir a un jugador. Tiene una técnica de tanto valor que a veces no se la reconocen. Por ejemplo, en el gol de Sand en Rosario, nadie habló de lo que hizo Valeri en la previa, cómo le pegó a la pelota, el efecto que le dio para que falle el arquero. Tiene técnica y destreza, le sabe pegar a la pelota, tiene despliegue, ¿qué más le podés pedir a un jugador que además recién tiene 21 años?
Después explotó Acosta, con 19. Un jugador que tiene rapidez, velocidad. Y en el fútbol de hoy si no se llega al gol por desequilibrio individual o por velocidad, se llega por técnica. Además, apareció Blanco (19), que los acompaña a la perfección. Pelletieri (25) y Fritzler (21) quitan la pelota y no la rifan. Eso es importantísimo porque hace que Lanús la tenga siempre.
Por otra parte, el equipo suplió con capacidad a los que se fueron, y eso genera una buena base de equipo. No tengo ninguna duda de que los pibes ganan campeonatos y de que estos pibes de Lanús lo ganaron muy merecidamente.
24. Promedio de edad
Junto con el San Lorenzo de Ramón (que es un mes más chico), Lanús tiene uno de los planteles campeones más jóvenes de los últimos años. El Boca 06 tenía un promedio de 25 años y 10 meses. Y el Estudiantes 06: 25 y 4.
2 campeones Sub 20
Además del título de ayer, Lautaro Acosta y Leonardo Sigali también fueron campeones en el Mundial Sub 20 de Canadá, en julio. Pero el año del Osito tiene otra particularidad: en el Clausura descendió con Chicago..
Me moría de ganas de estar
SEBASTIAN LETO. Volante del Liverpool inglés.
Que los chicos hayan conseguido este título me pone tan contento que hasta me moría de ganas de estar ahí, con ellos, en La Boca. Pese a la diferencia horaria que hay con Inglaterra seguí la campaña por Internet, y a veces por una señal del cable español. Cada tanto, je, se caía la imagen, y entonces me iba a la página de Olé, para chequear el resultado. Fue impresionante también lo de la gente, todo el apoyo de visitante, el de siempre de local, durante la campaña, y para mí, más allá de lo que muchos dicen, este campeonato no es una sorpresa. Yo jugué con este equipo y sabía lo que podía dar. Lanús es un gran campeón.