Post by realeagle on May 28, 2008 8:34:16 GMT -5
El terror de los brasileños (lanacion.com.ar)
Boca se apoya sobre los antecedentes para ilusionarse con eliminar a Fluminense y pasar a la final de la Libertadores
Boca es, indudablemente, una pesadilla para los clubes brasileños. Desde 2000, los xeneizes se enfrentaron en ocho oportunidades con conjuntos de ese país y nunca quedaron expulsados de la Copa Libertadores. De hecho, los únicos equipos que dejaron en el camino a Boca fueron Olimpia, de Paraguay (2002), Once Caldas, de Colombia (2004), y Chivas, de México (2005). Palmeiras -dos veces-, Vasco da Gama, Paysandú, Santos, São Caetano, Gremio y Cruzeiro fueron las víctimas boquenses; y ese registro es, de por sí, más que motivador con miras a la serie que comenzará mañana, en el estadio de Racing, a las 21.50, frente a Fluminense, por las semifinales del certamen continental.
Tras la apática igualdad 1-1 de anteayer del equipo alternativo ante Vélez, por el Clausura, el plantel completo volvió a entrenarse en el predio de Casa Amarilla con sólo un objetivo: prepararse para lograr un resultado favorable frente al equipo carioca, que le permita afirmarse la semana próxima en el mítico Maracaná. "Nosotros no jugamos confiados, lo hacemos con confianza, lo que es muy distinto", sentenció el volante colombiano Fabián Vargas, y ésa parece ser la filosofía grupal. El equipo conducido por Carlos Ischia es consciente del gran favoritismo que lo circunda, pero no desea que ese concepto lo acorrale. Por eso, cada vez que enfrentan un micrófono, los protagonistas auriazules gambetean las responsabilidades.
Primero fue Juan Román Riquelme, antes de los cuartos de final ante Atlas, de México: el N° 10 advirtió que San Pablo, con el aporte goleador de Adriano, podía ser el cuco de la Copa. Sin embargo..., su sentencia tuvo efecto contrario, y el equipo paulista quedó eliminado ante Flu . Ayer por la mañana, fue otro referente, Hugo Ibarra, quien desvió la atención hacia el rival: "Todo adversario brasileño es peligroso y Fluminense es un gran equipo. La gente puede pensar lo que quiera, que ya somos campeones o lo que desee, pero el jugador de Boca tiene los pies sobre la tierra. Vamos a jugar los 180 minutos con total seriedad y sin subestimar a nadie. No nos creemos mejores que nadie; sólo confiamos en demostrar en el terreno nuestra historia".
En este cruce eliminatorio, Boca no contará con el plus que significa actuar en la Bombonera; el escenario será el de la Academia. Para los brasileños, ésa es una grata noticia. De todos modos, los xeneizes anhelan que el efecto externo sea similar. "No será lo mismo no jugar en nuestra casa, pero tendremos el apoyo incondicional, como siempre", señaló el Negro Ibarra, que reapareció ante Vélez tras 59 días de inactividad.
¿Cuánto influirá la mística xeneize en el ánimo de Fluminense? El DT Renato Portaluppi, aquel excéntrico y potente atacante de Gremio, Cruzeiro y Fluminense, entre tantos clubes, lanzó una suerte de bravuconada, quizá con el propósito de tocarles el amor propio a sus muchachos. "Ellos [por los boquenses] entraron en los octavos de final por la puerta de atrás. Boca recién logró la clasificación en la última ronda de la etapa de grupos. Nosotros, en cambio, fuimos los mejores de esa instancia", dijo. También Washington, el autor del gol agónico ante San Pablo que clasificó a Flu para las semifinales, amenazó: "Los argentinos buscan ponernos nerviosos, son mañosos y van a usar eso, pero tenemos que ser inteligentes y escaparles a las provocaciones".
El sueño de regresar a Japón para participar del Mundial de Clubes está cada vez más próximo para Boca. Le quedan sólo cuatro desafíos y no quiere que nadie le quite esa esperanza. Mucho menos, un rival brasileño...
Boca se apoya sobre los antecedentes para ilusionarse con eliminar a Fluminense y pasar a la final de la Libertadores
Boca es, indudablemente, una pesadilla para los clubes brasileños. Desde 2000, los xeneizes se enfrentaron en ocho oportunidades con conjuntos de ese país y nunca quedaron expulsados de la Copa Libertadores. De hecho, los únicos equipos que dejaron en el camino a Boca fueron Olimpia, de Paraguay (2002), Once Caldas, de Colombia (2004), y Chivas, de México (2005). Palmeiras -dos veces-, Vasco da Gama, Paysandú, Santos, São Caetano, Gremio y Cruzeiro fueron las víctimas boquenses; y ese registro es, de por sí, más que motivador con miras a la serie que comenzará mañana, en el estadio de Racing, a las 21.50, frente a Fluminense, por las semifinales del certamen continental.
Tras la apática igualdad 1-1 de anteayer del equipo alternativo ante Vélez, por el Clausura, el plantel completo volvió a entrenarse en el predio de Casa Amarilla con sólo un objetivo: prepararse para lograr un resultado favorable frente al equipo carioca, que le permita afirmarse la semana próxima en el mítico Maracaná. "Nosotros no jugamos confiados, lo hacemos con confianza, lo que es muy distinto", sentenció el volante colombiano Fabián Vargas, y ésa parece ser la filosofía grupal. El equipo conducido por Carlos Ischia es consciente del gran favoritismo que lo circunda, pero no desea que ese concepto lo acorrale. Por eso, cada vez que enfrentan un micrófono, los protagonistas auriazules gambetean las responsabilidades.
Primero fue Juan Román Riquelme, antes de los cuartos de final ante Atlas, de México: el N° 10 advirtió que San Pablo, con el aporte goleador de Adriano, podía ser el cuco de la Copa. Sin embargo..., su sentencia tuvo efecto contrario, y el equipo paulista quedó eliminado ante Flu . Ayer por la mañana, fue otro referente, Hugo Ibarra, quien desvió la atención hacia el rival: "Todo adversario brasileño es peligroso y Fluminense es un gran equipo. La gente puede pensar lo que quiera, que ya somos campeones o lo que desee, pero el jugador de Boca tiene los pies sobre la tierra. Vamos a jugar los 180 minutos con total seriedad y sin subestimar a nadie. No nos creemos mejores que nadie; sólo confiamos en demostrar en el terreno nuestra historia".
En este cruce eliminatorio, Boca no contará con el plus que significa actuar en la Bombonera; el escenario será el de la Academia. Para los brasileños, ésa es una grata noticia. De todos modos, los xeneizes anhelan que el efecto externo sea similar. "No será lo mismo no jugar en nuestra casa, pero tendremos el apoyo incondicional, como siempre", señaló el Negro Ibarra, que reapareció ante Vélez tras 59 días de inactividad.
¿Cuánto influirá la mística xeneize en el ánimo de Fluminense? El DT Renato Portaluppi, aquel excéntrico y potente atacante de Gremio, Cruzeiro y Fluminense, entre tantos clubes, lanzó una suerte de bravuconada, quizá con el propósito de tocarles el amor propio a sus muchachos. "Ellos [por los boquenses] entraron en los octavos de final por la puerta de atrás. Boca recién logró la clasificación en la última ronda de la etapa de grupos. Nosotros, en cambio, fuimos los mejores de esa instancia", dijo. También Washington, el autor del gol agónico ante San Pablo que clasificó a Flu para las semifinales, amenazó: "Los argentinos buscan ponernos nerviosos, son mañosos y van a usar eso, pero tenemos que ser inteligentes y escaparles a las provocaciones".
El sueño de regresar a Japón para participar del Mundial de Clubes está cada vez más próximo para Boca. Le quedan sólo cuatro desafíos y no quiere que nadie le quite esa esperanza. Mucho menos, un rival brasileño...