Post by realeagle on Aug 16, 2008 23:46:43 GMT -5
Messi tiene Angel
La Pulga le dio pase exquisito a Di María, quien definió cruzado y le dio la clasificación a la Selección en el alargue. El crack del Barcelona había abierto el marcador con un golazo. Luego, empató Bakkal. En el ST ingresó Romero por Ustari, lesionado. Así, Argentina se metió entre los cuatro mejores y el martes se las verá con Brasil por un lugar en la final. Nigeria-Bélgica, la otra semifinal.
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¿Cuántos deseos concederá ese genio que aparece durante los partidos de la Selección? Si en la historia original eran tres, acaso el equipo de Batista empiece a quedarse corto con lo que necesita de esa figura mágica que llegó de Barcelona y hoy apareció con un golazo y un pase increíble. Para solucionar una historia que se había puesto difícil y en la que Holanda estuvo muy cerca de robarse el sueño de repetir el oro olímpico.
Messi había aparecido muy pronto en el partido y parecía que iba a ser poco más que un trámite pasar los cuartos de final. Esta vez, una ráf*ga del talento de la Pulga alcanzó para que Argentina reflejara en el marcador ante Holanda la diferencia que cada vez se hacía más evidente en el juego. Encaró contra la defensa holandesa, se sacó de encima al arquero con un amague y, cuando un jugador holandés trató de cerrar, le dio como los goleadores de raza: con un tiro feroz como para arrancarle la cabeza al que quisiera meterse en el medio. Uno a cero y a festejar.
Pero se complicó de golpe. Argentina ganaba con toda justicia, amagaba con ampliar en alguno de esos ataques a fondo con Messi como abanderado y casi ya pensaba en Brasil. Claro que, aunque Holanda no hacía gran cosa, la defensa argentina, como en los partidos anteriores, abría la puerta para que el rival soñara con algo más. Y llegó un tiro libre desde afuera del área, un rebote y Bakkal que en la segunda jugada apareció solo al borde del área chica para definir cómodo ante Ustari. Otra vez a trabajar en serio.
El equipo de Batista era superior también en el arranque del segundo tiempo. Dos veces estuvo muy cerca, a través de Agüero: a los 2 minutos, cuando estuvo mano a mano con el arquero y su tiro salió demasiado cruzado; a los 8, con un cabezazo que salió a centímetros del palo.
Pero después la Selección se quedó sin grandes respuestas y, si bien volvió a disponer de oportunidades de gol, Holanda tuvo las suyas y muy claras, sobre todo cuando Drenthe tiró por arriba a cuatro minutos del final. Así se fueron al alargue, con la sensación de que estaba para cualquiera de los dos.
Entonces apareció un chico genio que dijo: "Yo no puedo perder este partido". Que a los 35 segundos metió un buen pase para Agüero, que otra vez definió mal. Que no encontraba compañía, pero igual la seguía peleando. Y que a los 14 minutos metió el estiletazo entre la defensa holandesa para el tiro cruzado, fuerte, abajo, de Di María. Ya no hubo espacio para más.
La Pulga le dio pase exquisito a Di María, quien definió cruzado y le dio la clasificación a la Selección en el alargue. El crack del Barcelona había abierto el marcador con un golazo. Luego, empató Bakkal. En el ST ingresó Romero por Ustari, lesionado. Así, Argentina se metió entre los cuatro mejores y el martes se las verá con Brasil por un lugar en la final. Nigeria-Bélgica, la otra semifinal.
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¿Cuántos deseos concederá ese genio que aparece durante los partidos de la Selección? Si en la historia original eran tres, acaso el equipo de Batista empiece a quedarse corto con lo que necesita de esa figura mágica que llegó de Barcelona y hoy apareció con un golazo y un pase increíble. Para solucionar una historia que se había puesto difícil y en la que Holanda estuvo muy cerca de robarse el sueño de repetir el oro olímpico.
Messi había aparecido muy pronto en el partido y parecía que iba a ser poco más que un trámite pasar los cuartos de final. Esta vez, una ráf*ga del talento de la Pulga alcanzó para que Argentina reflejara en el marcador ante Holanda la diferencia que cada vez se hacía más evidente en el juego. Encaró contra la defensa holandesa, se sacó de encima al arquero con un amague y, cuando un jugador holandés trató de cerrar, le dio como los goleadores de raza: con un tiro feroz como para arrancarle la cabeza al que quisiera meterse en el medio. Uno a cero y a festejar.
Pero se complicó de golpe. Argentina ganaba con toda justicia, amagaba con ampliar en alguno de esos ataques a fondo con Messi como abanderado y casi ya pensaba en Brasil. Claro que, aunque Holanda no hacía gran cosa, la defensa argentina, como en los partidos anteriores, abría la puerta para que el rival soñara con algo más. Y llegó un tiro libre desde afuera del área, un rebote y Bakkal que en la segunda jugada apareció solo al borde del área chica para definir cómodo ante Ustari. Otra vez a trabajar en serio.
El equipo de Batista era superior también en el arranque del segundo tiempo. Dos veces estuvo muy cerca, a través de Agüero: a los 2 minutos, cuando estuvo mano a mano con el arquero y su tiro salió demasiado cruzado; a los 8, con un cabezazo que salió a centímetros del palo.
Pero después la Selección se quedó sin grandes respuestas y, si bien volvió a disponer de oportunidades de gol, Holanda tuvo las suyas y muy claras, sobre todo cuando Drenthe tiró por arriba a cuatro minutos del final. Así se fueron al alargue, con la sensación de que estaba para cualquiera de los dos.
Entonces apareció un chico genio que dijo: "Yo no puedo perder este partido". Que a los 35 segundos metió un buen pase para Agüero, que otra vez definió mal. Que no encontraba compañía, pero igual la seguía peleando. Y que a los 14 minutos metió el estiletazo entre la defensa holandesa para el tiro cruzado, fuerte, abajo, de Di María. Ya no hubo espacio para más.