Post by realeagle on Nov 9, 2008 16:02:17 GMT -5
Higuaín hizo de Raúl y de Van Nistelrooy
por Alfredo Relaño | 09/11/2008
Se supo la alineación y no estaba Raúl. Desconcierto. Empezó el partido con la sensación extraña de no ver ahí al capitán, algo que mucha gente pide, pero que nadie desea realmente. Y de repente, jugadón de Eliseu (que me pareció Garrincha) y gol del Málaga. El Bernabéu se nubló. El Madrid por detrás, Raúl ausente, Van Nistelrooy lesionado, Casillas vulnerable, Sergio Ramos ofuscado, el Málaga firme y suelto e Iturralde en medio de todo, para mayor alarma social. Lo que siguió fue una película del Oeste, llena de galopadas, caídas, tiros, flechas y el chico bueno que al final gana: Higuaín.
Y el sheriff, Iturralde, estuvo casi bien, que conste. Todas sus decisiones duras fueron buenas, salvo la prisa con que expulsó a Sergio Ramos, jugada en la que se le vio el plumero. Pero para lo que se espera o se teme de él cada vez que salta al Bernabéu, el saldo fue magnífico. Si el partido resultó un pandemónium no se le puede achacar a él, sino a la inseguridad defensiva del Madrid, que nace de su falta de un modelo táctico en el que los jugadores puedan descansar. No lo tiene y da facilidades atrás. Esas facilidades las penalizó el Málaga con tres goles. Casillas ha dejado de hacer milagros y pasa lo que pasa.
Pero para compensar esos tres goles estaba Higuaín, que marcó cuatro. Dos a través de sendos penaltis, pero es que en los dos penaltis estuvo él. Otro de oportunista seguro y certero, y uno más en un tirazo desde fuera del área. El fue Van Nistelrooy, percutiendo con precisión y Raúl, bajando a tocar y a ordenar y levantando el ánimo de un grupo en el que no todos estuvieron a la altura de la situación desesperada en que llegó a verse el equipo. Al final, victoria, piña, tres puntos y un mal trago pasado. Pero son demasiadas fatigas para el nivel de estos jugadores. Schuster tiene que ponerse a trabajar.
Higuaín: un 4x4
Tomás Roncero | 09/11/2008
No estaban Ruud, Pepe ni Robben. Raúl en el banquillo. Y el Málaga golpeando tres veces: 0-1, 1-2 y 2-3. Pero anoche Higuaín cogió su fusil y agujereó el orgullo malacitano con cuatro goles que devolvieron al Madrid a su ruta. La del coraje...
Corazón de león. Así se levanta un gigante. Así se hacen del Madrid el 90% de los niños. Así es como se explica que al Bernabéu vayan 80.000 un día sí y otro también. Así se entiende que en Argentina ya estén divididos entre agüeristas e higuainistas. Así es como Di Stéfano marcó el camino a sus compatriotas de cuál es el equipo adecuado para pasar a la Historia. Así es como se cierra la herida de un accidente con chapa en la Champions. Así es como se minimiza un coladero infame en defensa que te cuesta tres goles. Así es como se responde a un árbitro empeñado en alimentar la leyenda blanca echando jugadores para que las victorias sepan el doble de bien. Así es como se gana el crédito un bicampeón de Liga. Así es como se homenajea a Juanito, que mañana cumplirá 54 años. Y digo cumplirá porque mi Juan sigue vivo y no falta a su cita con ese Bernabéu que lo amará hasta el fin de los días. Anoche le vi abrazarse a Pipita tras empujar con él ese rechace de Arnau que puso en pie a toda la Nación Blanca. Higuaín ha rescatado el espíritu legionario de Juanito. Los 12 millones de euros que costó me parecen pocos. Gracias Pedja por traernos a esta fiera de la Pampa. Pipita, ¡qué bueno que viniste!
por Alfredo Relaño | 09/11/2008
Se supo la alineación y no estaba Raúl. Desconcierto. Empezó el partido con la sensación extraña de no ver ahí al capitán, algo que mucha gente pide, pero que nadie desea realmente. Y de repente, jugadón de Eliseu (que me pareció Garrincha) y gol del Málaga. El Bernabéu se nubló. El Madrid por detrás, Raúl ausente, Van Nistelrooy lesionado, Casillas vulnerable, Sergio Ramos ofuscado, el Málaga firme y suelto e Iturralde en medio de todo, para mayor alarma social. Lo que siguió fue una película del Oeste, llena de galopadas, caídas, tiros, flechas y el chico bueno que al final gana: Higuaín.
Y el sheriff, Iturralde, estuvo casi bien, que conste. Todas sus decisiones duras fueron buenas, salvo la prisa con que expulsó a Sergio Ramos, jugada en la que se le vio el plumero. Pero para lo que se espera o se teme de él cada vez que salta al Bernabéu, el saldo fue magnífico. Si el partido resultó un pandemónium no se le puede achacar a él, sino a la inseguridad defensiva del Madrid, que nace de su falta de un modelo táctico en el que los jugadores puedan descansar. No lo tiene y da facilidades atrás. Esas facilidades las penalizó el Málaga con tres goles. Casillas ha dejado de hacer milagros y pasa lo que pasa.
Pero para compensar esos tres goles estaba Higuaín, que marcó cuatro. Dos a través de sendos penaltis, pero es que en los dos penaltis estuvo él. Otro de oportunista seguro y certero, y uno más en un tirazo desde fuera del área. El fue Van Nistelrooy, percutiendo con precisión y Raúl, bajando a tocar y a ordenar y levantando el ánimo de un grupo en el que no todos estuvieron a la altura de la situación desesperada en que llegó a verse el equipo. Al final, victoria, piña, tres puntos y un mal trago pasado. Pero son demasiadas fatigas para el nivel de estos jugadores. Schuster tiene que ponerse a trabajar.
Higuaín: un 4x4
Tomás Roncero | 09/11/2008
No estaban Ruud, Pepe ni Robben. Raúl en el banquillo. Y el Málaga golpeando tres veces: 0-1, 1-2 y 2-3. Pero anoche Higuaín cogió su fusil y agujereó el orgullo malacitano con cuatro goles que devolvieron al Madrid a su ruta. La del coraje...
Corazón de león. Así se levanta un gigante. Así se hacen del Madrid el 90% de los niños. Así es como se explica que al Bernabéu vayan 80.000 un día sí y otro también. Así se entiende que en Argentina ya estén divididos entre agüeristas e higuainistas. Así es como Di Stéfano marcó el camino a sus compatriotas de cuál es el equipo adecuado para pasar a la Historia. Así es como se cierra la herida de un accidente con chapa en la Champions. Así es como se minimiza un coladero infame en defensa que te cuesta tres goles. Así es como se responde a un árbitro empeñado en alimentar la leyenda blanca echando jugadores para que las victorias sepan el doble de bien. Así es como se gana el crédito un bicampeón de Liga. Así es como se homenajea a Juanito, que mañana cumplirá 54 años. Y digo cumplirá porque mi Juan sigue vivo y no falta a su cita con ese Bernabéu que lo amará hasta el fin de los días. Anoche le vi abrazarse a Pipita tras empujar con él ese rechace de Arnau que puso en pie a toda la Nación Blanca. Higuaín ha rescatado el espíritu legionario de Juanito. Los 12 millones de euros que costó me parecen pocos. Gracias Pedja por traernos a esta fiera de la Pampa. Pipita, ¡qué bueno que viniste!