Post by realeagle on Jan 28, 2010 14:00:52 GMT -5
La moda del bajo rendimiento LPG
Tres delanteros extranjeros han sido separados de equipos de la primera división apenas jugadas tres jornadas. Todas las salidas han tenido como argumento principal el bajo rendimiento, aun y cuando, en promedio, ninguno alcanza un partido completo. Como caso curioso, todos tenían sustituto al día siguiente. El pecado más grande en el que puede caer un delantero es la sequía de goles y un bajo nivel de juego. Lo ha vivido el francés Karim Benzema, a quien se le ha criticado, desde la prensa y la afición, su poca efectividad en los primeros juegos con el Real Madrid. Y también lo ha vivido el panameño Nicolás Muñoz con Águila, salvado las distancias que existen entre un nivel de fútbol y el otro. Sin embargo, entre ambos hay una diferencia enorme, y que va más allá de las ligas en las que participan: el primero tiene garantizado el cumplimiento de su (millonario) contrato —por completo—, sea cual sea el número de goles que consiga durante la temporada, mientras que el segundo solo duró dos jornadas en el equipo de San Miguel, con el que esperaba cumplir su segundo ciclo. Y es que en El Salvador no anotar es causa suficiente para ser despedido de un equipo en cualquier momento. Es suficiente que al dirigente se le cruce por la mente la causante del bajo rendimiento y ya está: el jugador quedó fuera. El panameño Muñoz, el colombiano Cristian Gil Mosquera y el jamaicano Garrick Gordon son muestra de ello en apenas las primeras tres fechas que se han disputado del Clausura 2010. Los tres tuvieron que dar un paso al costado después de que se les fuera argumentada la misma circunstancia. Del grupo de separados, Nico fue el que más tiempo acumuló en el campo. Estuvo 175 minutos en la cancha y no marcó gol alguno, aun y cuando en el torneo anterior, con Vista Hermosa, había conseguido 11, que le sirvieron para terminar, junto a Williams Reyes, como el máximo goleador del Apertura 2009. Por su parte, Gordon solo disputó 37 minutos, dado que en el primer partido del Clausura 2010 —ante el Alianza— fue expulsado por acumulación de tarjetas amarillas y en las siguientes jornadas tenía que pagar su castigo. Ya para la tercera fecha no estaba en el plantel. Mientras tanto, Gil Mosquera solo estuvo en la segunda fecha, misma en la que anotó —de penalti— el gol que puso en ventaja al Limeño ante el Águila. Fue el único juego que disputó, dado que a los días siguientes se le anunciaba que quedaba fuera del equipo cuchero “Cuando me dijeron que estaba separado de Limeño me dijeron que era por bajo rendimiento, pero según me dijeron eso no existe. Aparte, no sé por qué dijeron eso si ni siquiera jugué un partido completo”, señaló Gil Mosquera al recordar su salida del equipo cuchero.
Y en efecto, en el estatuto del jugador de FIFA el bajo rendimiento no se encuentra estipulado como un motivo para dar por concluida una relación contractual de manera unilateral. Pero en el vocabulario de la dirigencia salvadoreña sí encuentra cabida. “Él está para jugar en equipos pequeños”, fue la frase con la que el presidente de Águila, Wilfredo Salgado, confirmó la salida del delantero panameño el martes anterior. A esto Nicolás Muñoz adujo que no terminaba de entender el porqué de la decisión. “Sin embargo, (la decisión) ya la tomaron y no queda más que aceptarla. A la fuerza uno no se puede quedar”, dijo el panameño que ya no tiene posibilidades de jugar en ningún otro equipo, hasta en agosto próximo, dado que en el torneo pasado vistió los colores del Vista Hermosa y según el mismo estatuto del ente mundial, ningún futbolista puede jugar en tres equipos distintos en una misma temporada. La 2009-2010 acaba el 30 de junio. Como dato curioso, los tres jugadores, un día después de su separación, ya tenían a sus sustitutos con nombre y apellido. Aunque en el caso de los ex Limeño los recambios ya se entrenaban con el equipo desde antes de su salida. Los hondureños Marvin Sánchez y Wilber Ramos ocuparon las plazas de Mosquera y Gordon. De hecho, el primero ya se estrenó con la camiseta de los santarroseños, mientras que Ramos espera poder hacerlo el domingo ante FAS, luego que su transferencia internacional llegue a la FESFUT. En el caso de Nicolás Muñoz, su reemplazante será el congoleño Mira Mupier —ver nota aparte—, quien llega recomendado por el mismo contratista que en el torneo anterior hizo llegar al jamaicano Nicholas Addlery. Incluso con 15 jornadas por jugar falta ver qué otros equipos y jugadores se unen a la lista de la moda del momento: separaciones por bajo rendimiento
Tres delanteros extranjeros han sido separados de equipos de la primera división apenas jugadas tres jornadas. Todas las salidas han tenido como argumento principal el bajo rendimiento, aun y cuando, en promedio, ninguno alcanza un partido completo. Como caso curioso, todos tenían sustituto al día siguiente. El pecado más grande en el que puede caer un delantero es la sequía de goles y un bajo nivel de juego. Lo ha vivido el francés Karim Benzema, a quien se le ha criticado, desde la prensa y la afición, su poca efectividad en los primeros juegos con el Real Madrid. Y también lo ha vivido el panameño Nicolás Muñoz con Águila, salvado las distancias que existen entre un nivel de fútbol y el otro. Sin embargo, entre ambos hay una diferencia enorme, y que va más allá de las ligas en las que participan: el primero tiene garantizado el cumplimiento de su (millonario) contrato —por completo—, sea cual sea el número de goles que consiga durante la temporada, mientras que el segundo solo duró dos jornadas en el equipo de San Miguel, con el que esperaba cumplir su segundo ciclo. Y es que en El Salvador no anotar es causa suficiente para ser despedido de un equipo en cualquier momento. Es suficiente que al dirigente se le cruce por la mente la causante del bajo rendimiento y ya está: el jugador quedó fuera. El panameño Muñoz, el colombiano Cristian Gil Mosquera y el jamaicano Garrick Gordon son muestra de ello en apenas las primeras tres fechas que se han disputado del Clausura 2010. Los tres tuvieron que dar un paso al costado después de que se les fuera argumentada la misma circunstancia. Del grupo de separados, Nico fue el que más tiempo acumuló en el campo. Estuvo 175 minutos en la cancha y no marcó gol alguno, aun y cuando en el torneo anterior, con Vista Hermosa, había conseguido 11, que le sirvieron para terminar, junto a Williams Reyes, como el máximo goleador del Apertura 2009. Por su parte, Gordon solo disputó 37 minutos, dado que en el primer partido del Clausura 2010 —ante el Alianza— fue expulsado por acumulación de tarjetas amarillas y en las siguientes jornadas tenía que pagar su castigo. Ya para la tercera fecha no estaba en el plantel. Mientras tanto, Gil Mosquera solo estuvo en la segunda fecha, misma en la que anotó —de penalti— el gol que puso en ventaja al Limeño ante el Águila. Fue el único juego que disputó, dado que a los días siguientes se le anunciaba que quedaba fuera del equipo cuchero “Cuando me dijeron que estaba separado de Limeño me dijeron que era por bajo rendimiento, pero según me dijeron eso no existe. Aparte, no sé por qué dijeron eso si ni siquiera jugué un partido completo”, señaló Gil Mosquera al recordar su salida del equipo cuchero.
Y en efecto, en el estatuto del jugador de FIFA el bajo rendimiento no se encuentra estipulado como un motivo para dar por concluida una relación contractual de manera unilateral. Pero en el vocabulario de la dirigencia salvadoreña sí encuentra cabida. “Él está para jugar en equipos pequeños”, fue la frase con la que el presidente de Águila, Wilfredo Salgado, confirmó la salida del delantero panameño el martes anterior. A esto Nicolás Muñoz adujo que no terminaba de entender el porqué de la decisión. “Sin embargo, (la decisión) ya la tomaron y no queda más que aceptarla. A la fuerza uno no se puede quedar”, dijo el panameño que ya no tiene posibilidades de jugar en ningún otro equipo, hasta en agosto próximo, dado que en el torneo pasado vistió los colores del Vista Hermosa y según el mismo estatuto del ente mundial, ningún futbolista puede jugar en tres equipos distintos en una misma temporada. La 2009-2010 acaba el 30 de junio. Como dato curioso, los tres jugadores, un día después de su separación, ya tenían a sus sustitutos con nombre y apellido. Aunque en el caso de los ex Limeño los recambios ya se entrenaban con el equipo desde antes de su salida. Los hondureños Marvin Sánchez y Wilber Ramos ocuparon las plazas de Mosquera y Gordon. De hecho, el primero ya se estrenó con la camiseta de los santarroseños, mientras que Ramos espera poder hacerlo el domingo ante FAS, luego que su transferencia internacional llegue a la FESFUT. En el caso de Nicolás Muñoz, su reemplazante será el congoleño Mira Mupier —ver nota aparte—, quien llega recomendado por el mismo contratista que en el torneo anterior hizo llegar al jamaicano Nicholas Addlery. Incluso con 15 jornadas por jugar falta ver qué otros equipos y jugadores se unen a la lista de la moda del momento: separaciones por bajo rendimiento